Catarina Migliorini, de 20 años, vendió su virginidad en una subasta por Internet como parte de un documental organizado por un director australiano. Después de 15 ofertas, un japonés llamado Natsu gana el Miércoles por la noche.
Decían que Catarina sería 'entregada' a su comprador en un avión a Australia y que sería entrevistada antes y después de perder su virginidad.
El director Jason Sisley, que según se informa empezó su proyecto en 2009 y causó escándalo cuando colgó carteles diciendo “Se Buscan Vírgenes”, dijo que Catarina estaba entusiasmada y que no esperaba tan alto nivel de interés.
Ella puso sus condiciones : “El comprador no puede traer a otra persona, intentar realizar sus fantasías, usar juguetes sexuales, nada. También es obligatorio el uso de preservativo”. Aclaró que el acto tardará "una hora, como máximo" y no incluirá besos: "No está en el contrato".
La muchacha afirmó que pretende utilizar una parte para financiar sus estudios de medicina en Argentina. El resto lo destinará a la creación de "un proyecto que ayude a familias pobres a tener su propio hogar"
Migliorini aseguró además que no considera que subastar su virginidad sea un acto de prostitución. "Cuando uno hace algo una vez en su vida, no significa que esta cosa sea su profesión. Si sacas una foto y te sale bien, eso no te convierte en un fotógrafo"
Me cuesta imaginar los motivos que pueden llevar a una persona a hacer algo como esto. Al parecer, lo que la chica buscaba en este caso eran la fama y el dinero, lo que finalmente consiguió. Quizá puede ser un caso de extrema necesidad o simplemente una cuestión de valoración; para ella no fue importante el hecho de vender su cuerpo comparado con lo que iba a recibir a cambio.
Blanca Gil
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