Os
explico, Miguel es un ludópata y aunque lo ha intentado dejarlo en diversas
ocasiones, nunca lo ha conseguido. Éste, no se lo ha contado a su futura mujer
por temor a que lo deje.
Un día se fue a tomar unas copas con Juan, y
una cosa llevo a la otra, hasta que finalmente acabó por confesarle a Juan su
enfermedad. Aquí llega el problema, Juan es un amigo de la infancia de Rosa, la
futura esposa, y se encuentra en la duda de si ser fiel a Miguel, quien a
confiado en él, o confesarle a Rosa que su futuro esposo tiene un problema con
el juego.
Finalmente, Juan se lo cuenta a Rosa.
Yo considero la decisión correcta, ya que no
hay que olvidar que la ludopatía es una enfermedad mental, por lo que Miguel no
tiene la suficiente estabilidad mental como para tomar una decisión de ese
calibre.
Decir también que Miguel no lo ve desde un
punto de vista externo, que es como mejor se ven las cosas.
Y mirando desde el punto de vista de Juan, se
podría sentir culpable en el hipotético caso de que Miguel y Rosa acabaran
arruinados o peor, ya que él tuvo la posibilidad de solucionarlo
Javier Rodríguez