En 2010, a un paciente se le negó la entrada en la lista de espera para un trasplante de hígado porque no reunía las condiciones médicas adecuadas. Decidió acudir a China, donde consiguió que le trasplantaran un hígado pagando por él 130.000 €. En una página web animó a la gente a buscar órganos fuera de España, de la misma forma que él lo hizo. La ONT (Organización Nacional de Trasplantes) denunció a esta persona porque promocionó y dio publicidad a la obtención o trasplante de órganos de forma ilegal.
En el sistema español los trasplantes son gratuitos y altruistas. En otros países, como China, por ejemplo, se puede obtener un órgano a cambio de dinero. Esta compra de órganos nos podría llevar situaciones éticamente discutibles por varios motivos. Por una parte, podemos tener la sospecha de que el órgano haya sido conseguido sin el consentimiento del donante. Esto podría conseguirse a través de engaños, y en casos extremos, incluso asesinatos. También se rechaza que se pague por los órganos ya que esto supone una forma de abusar de los más necesitados, que podrían llegar a vender sus órganos por padecer una situación económica desesperada. Aunque una persona tiene derecho de hacer con su cuerpo lo que quiera es una pena que lleguen a auto-mutilarse por cubrir una necesidad económica temporal.
Blanca Gil
No hay comentarios:
Publicar un comentario